Apoyar a una nación en el camino hacia la autosuficiencia

06 julio 2022
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7 minutos

En sus 3 años de trabajo como director de exportación en la empresa Koudijs, Mark Hop había visto cómo fueron evolucionando las necesidades tanto de sus clientes como del mercado de Costa de Marfil. Otra cosa que había notado era el cambio de enfoque del Gobierno del país hacia la autosuficiencia en proteínas animales. Eso significaba enormes oportunidades para las personas dedicadas a la agricultura y a la ganadería, "sobre todo para que los ganaderos hagan crecer sus negocios y para que los agricultores produzcan materias primas para la producción de piensos", señala Hop.

Este fue el momento que, hace más de una década, marcó un punto crucial en la historia reciente de Costa de Marfil. Hasta 2011, el país de África Occidental había estado lidiando con años de agitación política que habían llevado a la incertidumbre económica. El que fuera uno de los países más prósperos de África había sufrido graves daños, tanto en su población como en su economía. En su estrategia de recuperación económica, el Gobierno identificó la agricultura como un sector que podía desempeñar un papel importante en la consecución de un crecimiento económico sostenido. Incluía objetivos para depender menos de las importaciones, aumentar el nivel de vida de la población y mejorar la disponibilidad de proteínas animales a precios asequibles. Costa de Marfil es, desde hace tiempo, el mayor productor de cacao del mundo y es autosuficiente en yuca, ñame y plátano. Sin embargo, sigue dependiendo de las importaciones de proteínas animales y piensos, que llevan aparejados derechos e impuestos de importación, que se suman a los precios de los piensos y, también, al precio de mercado de la carne.

A principios de 2020, Mark Hop y su gerente Wim Bolder se pusieron de acuerdo: “Para que nuestros clientes aumentasen sus cifras de producción y contribuyesen al acceso local de una proteína animal segura, nutritiva y asequible, necesitábamos disponer de piensos asequibles y de primera calidad”, afirma el primero de ellos. "Decidimos que teníamos que llevar la producción de piensos a Costa de Marfil".

Crear una unidad de negocio

"Nuestras oportunidades de mercado eran evidentes", rememora Hop. "Pasando de la exportación de concentrados a la producción local de piensos de alta calidad podíamos satisfacer las necesidades de nuestros clientes y del mercado de Costa de Marfil y contribuir a la creación de valor a nivel local". Para tener una visión clara de la situación del mercado y de los posibles riesgos, consultó a las instituciones y empresas con intereses en los Países Bajos y en Costa de Marfil. "La embajada holandesa y el Ministerio de Comercio nos proporcionaron información valiosa, al igual que otras empresas que ya estaban establecidas en Costa de Marfil, como Heineken y FrieslandCampina".

Cuando Hop y Bolder presentaron su propuesta de negocio a Co y Koen de Heus, pronto obtuvieron la aprobación. "Y como yo había elaborado la propuesta de negocio, me preguntaron si podía llevarlo a cabo también". Antes de que terminara el año, Hop había conseguido el puesto de director general de la unidad de negocio más joven de De Heus.

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El valor de los ojos y oídos locales

El centro de producción debía construirse en una zona industrial específica a las afueras de Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil. Cuando llegó el momento de solicitar la financiación de la inversión y los permisos de construcción necesarios para iniciar la producción, Hop se dio cuenta de que necesitaba la ayuda de alguien que supiera desenvolverse dentro de la administración local. Llamó a la empresa de contabilidad local de Koudijs y preguntó si conocían a alguien adecuado para el trabajo. La suerte quiso que así fuera. Gracias a su experiencia laboral previa en finanzas y auditoría, Cédric Gnamba conocía los principios empresariales, las leyes y las normativas locales. Como primer gerente y abidjanés contratado oficialmente para la nueva unidad de negocio, "pudo conseguir las firmas necesarias mucho más rápido de lo que yo lo podría haber hecho", dice Hop. Gnamba sonríe cuando recuerda la situación inicial. "Sabía con qué representantes del Gobierno tenía que hablar y cuál era el proceso óptimo que debíamos seguir dentro del sistema local de permisos de construcción. Esto nos ayudó a acelerar el proceso de registro de la propiedad unos dos meses". 

El efecto bola de nieve del empleo local

La fábrica cumplirá los más altos estándares de calidad que De Heus defiende en todo el mundo. "Desde el diseño hasta los procesos de producción y la maquinaria, importamos de Europa los mejores equipos y tecnologías disponibles", dice Hop. Un contratista local contrató a cerca de 250 personas que trabajarán en la construcción de la nave. "Una vez que la fábrica esté en marcha, espero dar la bienvenida a más de 150 compañeros que trabajarán en la oficina y en la obra, ocupando puestos importantes como técnicos, operarios de maquinaria y responsables de control de calidad. A medida que nuestras actividades continúen expandiéndose, cada puesto de trabajo directo creará cinco indirectos, lo que seguirá contribuyendo a desarrollar la economía local y a mejorar la vida de la gente."

Esta es una gran oportunidad para los socios de la cadena, que también deben redoblar sus esfuerzos. A través de sus actividades en Koudijs, De Heus ha creado una amplia red de distribuidores que revenden sus soluciones de alimentación y visitan a los ganaderos para darles apoyo en la granja. "Al aumentar el suministro local de piensos, incrementamos la producción de nuestros clientes y hacemos crecer nuestra base de clientes. Esto significa que la red de distribuidores tiene oportunidades de crecer con nosotros". De Heus cuenta actualmente con 80 puntos de venta en toda Costa de Marfil. El objetivo de Hop es duplicar este número. "Cuanto más grande sea nuestra red, a más ganaderos podremos alcanzar. Actualmente estamos desarrollando un programa de apoyo para ayudar a nuestros distribuidores a crecer".

Al pasar de la importación a la producción local, Hop también mira hacia atrás en la cadena. "Dentro de tres años, la fábrica alcanzará su plena capacidad. Nuestro objetivo para 2025 es abastecernos de 80.000 toneladas de materias primas locales al año", señala. "Ya hemos empezado a contratar a 500 agricultores, a los que proporcionamos un punto de venta garantizado a precios justos de mercado". Hop también ha hecho planes con otras empresas alimentarias de Costa de Marfil para utilizar sus flujos secundarios, dando una segunda vida a valiosos nutrientes. "Heineken nos suministrará levadura de cerveza, los molineros de harina proporcionan salvado de trigo, y la harina de pescado la suministran los procesadores de conservas de pescado".

"Para 2025, nuestro objetivo es abastecernos de 80.000 toneladas de materias primas locales al año".

Mark Hop

Director de exportación en Koudijs

¿Y los consumidores marfileños? Gnamba ya ha hecho números. "Al proporcionar piensos locales producidos con materias primas locales, renunciamos a los impuestos y podemos ofrecer a los ganaderos piensos de primera calidad a precios más bajos. Es de esperar que esto se traslade al precio de mercado de la carne, lo que significa que más marfileños tendrán acceso a proteínas animales seguras y nutritivas."

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La sinergia se basa en los objetivos compartidos

En septiembre de 2021 comenzó oficialmente la construcción de la fábrica. Un momento importante, no solo para De Heus, sino también para los ganaderos marfileños y para los gobiernos local y nacional; incluso los competidores locales estuvieron presentes en la ceremonia de colocación de la primera piedra. "Se dan cuenta de que, si todo el mercado crece, su parte también lo hace", dice Hop. "En De Heus no queremos sacudir el orden establecido, sino contribuir al desarrollo del mercado que ellos iniciaron hace una década".

Una vez que la fábrica esté en funcionamiento, Hop tiene previsto invertir en el desarrollo sostenible de la ganadería en Costa de Marfil. Inspirándose en otras unidades de negocio de De Heus, ve oportunidades para invertir en toda la cadena de valor. Por ejemplo, aumentando el acceso de los ganaderos a ponedoras y pollos de engorde de calidad. "Las ponedoras de un día y los huevos para incubar se importan actualmente de Europa por vía aérea, lo que resulta muy caro. Al invertir en la producción local, su disponibilidad aumentará mientras los precios bajan", afirma. "Nuestros socios locales Allart de Winter y Beaujeannot Kengne, de Poussin d'Or, ya han dado el primer paso invirtiendo en una planta de incubación que puede producir 250.000 pollos de un día a la semana. El siguiente paso lógico es estudiar la producción local de huevos para incubar".

Creación de un programa

En colaboración con Rabobank, Cemoi y Yara, De Heus Costa de Marfil está creando un programa para ayudar a las cooperativas de cacao a pasar del monocultivo al multicultivo. Cada socio aporta su propia experiencia para ayudarles en la transición. Como empresa chocolatera, Cemoi cuenta con una amplia base de proveedores de cacao que desean diversificar sus ingresos. Y como proveedor de fertilizantes y semillas, Yara cuenta con los conocimientos técnicos sobre cómo cultivar. Los ingresos de los cacaoteros se basan actualmente en una sola cosecha al año. Al ayudarles a diversificar sus cultivos, pueden cosechar varias veces al año, lo que supone un flujo de ingresos constante. En última instancia, De Heus puede comprarles el maíz que cultivan para su producción local de piensos.

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