Medición cero: el punto de partida para reducir nuestra huella de carbono

08 noviembre 2021
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3 minutos

En 2050, la población mundial habrá crecido hasta alcanzar los 9.800 millones de personas. Producir suficientes alimentos seguros, saludables y asequibles para esta población en crecimiento conducirá a un aumento del 56% en la demanda mundial de alimentos y a un incremento de casi el 70% de los alimentos de origen animal.

Cambio climático

Al mismo tiempo que se incrementa la demanda de alimentos, el cambio climático se está convirtiendo en uno de los mayores desafíos en lo que respecta a la producción ganadera. En concreto, los rumiantes computan el 80% del total de emisiones asociadas a la ganadería. La huella de carbono de un producto es un cálculo que refleja la cifra equivalente del CO2 que se emite por kg de producto producido (carne, pescado, lácteos y huevos), teniendo en cuenta todas las etapas de producción, basado en un Análisis de Ciclo de Vida.

Reducción del equivalente en CO2

La presión para reducir las emisiones de CO2 y la huella de carbono en la producción ganadera se está incrementando. Impulsados por los Acuerdos de París, un tratado internacional legalmente vinculante para frenar el Cambio Climático, la mayoría de los países han adoptado como objetivo limitar el calentamiento global por debajo de 2 ºC, y preferiblemente no más de 1,5.

Para alcanzar este objetivo a largo plazo, los países trabajan para reducir los gases de Efecto Invernadero lo antes posible para poder alcanzar el objetivo de un planeta con un impacto climático neutro a mediados del siglo XXI. Para hacer realidad estas metas reflejadas en el Acuerdo de París, muchos países están desarrollando políticas que aspiran a reducir la cantidad de GEI que emiten los diferentes sectores de la economía. En este sentido, el método más común para alcanzar los objetivos es a través de la reducción de los equivalentes de CO2.

Reduciendo la huella de carbono de nuestros productos

Dado que la producción ganadera es responsable de una parte de las emisiones globales de GEI, trabajamos para dar respuesta a las peticiones de nuestros socios de la cadena de suministro, los gobiernos y las ONG, reduciendo la huella de carbono nuestros productos. Algunos medios para conseguirlo son: modificar algunas de las materias primas que utilizamos, abastecernos en el mercado local siempre que sea posible y hacer que nuestro proceso de producción y logística sea lo más eficiente posible. Además, introducimos soluciones técnicas, en forma de aditivos, que reducen aún más la emisión de GEI en las explotaciones. Ante todo, creemos que es importante poder satisfacer las demandas de nuestros socios de la cadena de suministro cuando se trata de reducir nuestra huella de carbono.

Reducir la huella de carbono: un reto que se convierte en objetivo para De Heus

Nuestro departamento de Nutrición Animal ha iniciado un proyecto que tiene como objetivo optimizar la huella de carbono de nuestros productos (nivel de entrada en granja) para todas las unidades de negocio en todas las especies, teniendo en cuenta el origen de las materias primas que utilizamos y desarrollando un modelo para cada especie con el que podamos cuantificar el efecto de diferentes factores en la huella de carbono por kg de producto final (leche, carne y huevos). Este modelo, en el que nuestros equipos ya están trabajando, podría utilizarse para asesorar a nuestros clientes sobre los pasos que pueden dar en su explotación para reducir aún más la huella de carbono de sus productos. “Nos esforzamos por poner esta información a disposición de nuestros clientes. Esta información puede ser de interés para nuestros ganaderos en sus operaciones comerciales, pero también es interesante para nosotros conocer qué medidas podemos tomar para reducir nuestras propias emisiones”, explica Karst Mulder, gerente de proyecto “Objetivo CO2”.

Mediciones cero

“Definimos la huella de Carbono por producto como uno de los Objetivos Verdes Globales dentro de De Heus: En 2022 en De Heus Nutrición Animal podremos calcular, formular y establecer objetivos para la huella de carbono de nuestros productos, y así estar preparados para proporcionar a los clientes asesoramiento personalizado en la granja para reducir su propia huella de carbono. Esta medición nos dará la información que necesitamos para definir un objetivo concreto para reducir las emisiones”, detalla Mulder.

Sumando fuerzas en todo el mundo

“En los Países Bajos ya tenemos datos disponibles para vacuno de leche, que se pueden utilizar también para avicultura y porcino. De esta manera, seremos capaces de utilizar nuestros propios datos e ir mejorando nuestro sistema de cálculo, con el objetivo de desarrollar un procedimiento de trabajo común y nuestros propios sistemas informáticos, para luego desarrollarlo en otros países. Tenemos una gran ventaja porque estamos activos en todo el mundo. Esto nos da la oportunidad de sumar fuerzas, crear e implementar medidas que nos conduzcan hacia operaciones y productos más sostenibles”, concluye Mulder.

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