El abastecimiento local de materias primas puede mejorar la vida de los ganaderos rurales de Ghana
De Heus Ghana tiene el propósito de adquirir al menos el 50% de sus materias primas de fuentes locales para 2025 con el objetivo de lograr una cadena de suministro sostenible y promover el bienestar de las comunidades. De este modo, la compañía puede mejorar toda la cadena de suministro además del poder adquisitivo de los ganaderos locales. Para ello, la unidad de negocio local debe colaborar con socios consistentes que compartan los valores de De Heus.
En 2021, iniciamos la producción de piensos en Ghana y la unidad de negocio local comenzó a poner en marcha proyectos para abastecerse de maíz de productores locales. Nuestro socio es Warc Africa (‘Warc'), una empresa social que forma a los ganaderos locales en las mejores prácticas de gestión, compra sus producciones y las vende a De Heus. Así, los ganaderos ven crecer su negocio de forma sostenible mientras mejoran tanto su medio de vida como las comunidades de las que forman parte. Hablamos con Christopher Zaw, director general de Warc, y con Bernard Klaassen, director de Operaciones de De Heus Ghana, sobre esta colaboración, sus logros y el alcance de su impacto.
¿Por qué es importante fomentar la producción local de materias primas?
B. Klaassen: "A través del programa de Alimentación Responsable de De Heus, creemos firmemente que podemos contribuir al desarrollo de toda la cadena de suministro y repercutir en los medios de vida de las personas que forman parte de ella. Ghana tiene mucho terreno y un clima adecuado para cultivar productos como maíz, soja y anacardos. Entonces, ¿por qué importarlos, con las posibles implicaciones que esto supone en materia de deforestación, costes de transporte y huella de carbono? Produciendo maíz localmente podemos contribuir a conseguir mejoras en el clima y en la comunidad local".
C. Zaw: "La seguridad alimentaria en Ghana es relativamente suficiente, pero los niveles de nutrición son inadecuados, sobre todo entre la población rural, donde los ingresos son bajos. No se consumen suficientes proteínas porque son muy caras. Cerca del 90% de las aves de corral son importadas, por lo que el precio de los huevos es de los más altos del África subsahariana. Y a pesar de tener unos 600 kilómetros de costa y uno de los mayores lagos del continente, entre el 60% y el 70% del pescado es importado. La alimentación de los animales en Ghana también es cara porque no hay suficiente producción local de maíz y soja. Apoyando a los agricultores y ayudándoles a desarrollar prácticas sostenibles, podemos producir materias primas de manera local y abaratar el coste de los piensos y, a su vez, el de los alimentos. Esto también aumentará los ingresos de los ganaderos, y la propia nación podrá crecer".
B. Klaassen: "En Ghana, gran parte del maíz producido localmente se destina al consumo humano o los comerciantes lo exportan a países vecinos como Burkina Faso, donde se vende a mejor precio. Como consecuencia, los agricultores locales prefieren vender su maíz a comerciantes extranjeros en lugar de a compradores locales. Durante la temporada de escasez de maíz en Ghana, este maíz exportado suele importarse de vuelta al país y venderse a precios mucho más altos. Así que el beneficio real de esta operación no va a parar a los agricultores que produjeron el maíz, sino a los comerciantes exportadores. El reto para De Heus y Warc es romper esta cadena ofreciendo a los agricultores locales los incentivos adecuados para que nos vendan su maíz a nosotros en lugar de a un comerciante por un precio ligeramente mejor. Estos incentivos incluyen formación gratuita, envasado del maíz y fertilizantes".
¿Qué más repercusiones conlleva la importación de materias primas?
B. Klaassen: "Ghana atraviesa una difícil situación económica debido a la devaluación del cedi ghanés y a las elevadas tasas de inflación relacionadas con ello. El país exporta productos como cacao, soja, aceite y minerales. Pero en lo relativo a los productos alimenticios, depende en gran medida de las importaciones de Europa y Sudamérica. Por ejemplo, Ghana importa pollo congelado por valor de más de 200 millones de dólares al año. Por cada dólar que gasta en esto, tiene que generar moneda local para convertirla en dólares. Lo mismo ocurre con la importación de materias primas como el maíz. Para comprarlo, Ghana necesita moneda local para convertirla en dólares o euros. Con la devaluación del cedi y la alta inflación, se necesita más moneda local para comprar materias primas importadas".
C. Zaw: "Para ponerlo en contexto, en enero de 2022, el tipo de cambio del cedi ghanés con respecto al dólar estadounidense era de 6:1. En noviembre de 2022, se acercaba a 16:1. Y con la actual tasa de inflación en Ghana, del 50,2% interanual, eso tiene un enorme impacto en el precio de los alimentos".
¿Cómo se benefician los agricultores de la producción local?
C. Zaw: "Warc trabaja con unos 7.000 agricultores del norte de Ghana a los que paga un precio justo y transparente por el maíz que producen. Actualmente, estamos a punto de terminar la temporada y ya nos hemos abastecido de más de 9.000 toneladas de maíz local. Según nuestros cálculos, al final de la temporada superaremos nuestro objetivo de 10.000 toneladas, alcanzando las 12.000 toneladas o más. Además de aumentar la producción local y los ingresos de los agricultores, también estamos promoviendo el desarrollo de las comunidades en torno a la producción agrícola. Con más producción, habrá más actividad económica y el empleo y los ingresos se extenderán a las comunidades locales".
B. Klaassen: "Dado que aproximadamente el 70% de los costes de producción de las explotaciones son costes de alimentación, éstos tienen un impacto significativo en el rendimiento y los beneficios de las explotaciones. Con la actual devaluación del cedi ghanés y unas tasas de inflación superiores al 50%, es una lucha constante ofrecer a nuestros clientes productos y precios previsibles, y mantener nuestros estándares de alta calidad. Aunque abastecerse de maíz local no significa necesariamente un precio reducido, todo se paga en cedi. Así, con la cantidad total procedente de Warc, podemos estabilizar el precio del maíz durante varios meses. A corto plazo, nos permite aplicar precios más previsibles a nuestros clientes, lo que les facilita hacer previsiones fiables de ventas y beneficios. A largo plazo, creará precios más bajos y estables a medida que el mercado madure y se profesionalice, y los agricultores mantengan buenos márgenes de beneficio con la seguridad de que hay un mercado local para sus cosechas".
¿Cómo contribuye la producción local de maíz a un abastecimiento responsable con el medio ambiente?
C. Zaw: "En general, la producción local reduce el impacto ambiental de una cadena de suministro global. Pero al profesionalizar a los agricultores de Ghana y mejorar las tecnologías que utilizan, también puede beneficiar al medio ambiente a nivel local a medio y largo plazo. Por ejemplo, trabajamos en las estribaciones del Sahel, una región que se desertiza año tras año, pero que también alimenta a unos 500 millones de personas en toda África Occidental. Si los agricultores siguen utilizando técnicas rudimentarias como el arado profundo, el fuego para limpiar la tierra y métodos deficientes de protección de los cultivos, el suelo seguirá deteriorándose. Así que, sin ese nivel básico de mejora de los ingresos a corto plazo en esta zona, se acaba produciendo una degradación a largo plazo del medio ambiente local y esto tiene un enorme impacto en la seguridad alimentaria y la pobreza".
Ha mencionado que la producción local beneficia a la comunidad en general. ¿Puede añadir algo más?
B. Klaassen: "En De Heus participamos en la compra del maíz y en la logística de nuestra fábrica. Por ejemplo, estamos prefinanciando el maíz que compra Warc, lo cual es muy poco habitual. Esto ha permitido a Warc aprovechar todas las oportunidades que han surgido y hacer grandes progresos. En el proyecto piloto del año pasado, recibimos menos de 2.000 toneladas de maíz. Esta temporada, hemos recibido más de 9.000 toneladas y esperamos llegar hasta las 12.000 siendo optimistas. Si nos centráramos en las ganancias a corto plazo, habría tenido más sentido dejar de comprar este maíz cultivado localmente al bajar el tipo de cambio y recurrir a las importaciones. Pero esto habría afectado gravemente a los resultados posteriores del proyecto. Nos centramos en las perspectivas a largo plazo del proyecto en lugar de en las ganancias a corto plazo para nosotros mismos. No deberíamos subestimar este papel, ya que podría hacer o deshacer el proyecto y su impacto en los agricultores y sus comunidades".
C. Zaw: "Cuando los ingresos de los agricultores aumentan y pueden permitirse productos y servicios como atención sanitaria, restaurantes y bienes de consumo, las empresas invierten para ofrecer estas cosas. Así es como crecen las ciudades y las comunidades. Nuestro objetivo de producción para esta temporada es de 10.000 toneladas, pero eso es sólo el 10% de la capacidad potencial. Cuando alcancemos unas 50.000 toneladas por temporada, tendrá sentido invertir en nuevas infraestructuras, como silos e instalaciones logísticas. Esto también beneficiará a la comunidad local".
B. Klaassen: "De Heus se toma muy en serio estos objetivos de producción. Actualmente estamos construyendo tres silos para el almacenamiento a granel de cereales y uno para el almacenamiento a granel de soja, a pesar de que los agricultores de Ghana no pueden actualmente suministrar maíz a granel. Pero si tenemos las instalaciones necesarias, el siguiente reto es capacitar a los agricultores locales y a Warc para cultivar, cosechar y transportar en grandes volúmenes. Esto forma parte del efecto bola de nieve que queremos crear".
"Nos centramos en las perspectivas a largo plazo del proyecto en vez de en las ganancias a corto plazo para nosotros".
¿Quién se beneficia más de la producción local?
B. Klaassen: "En la actualidad, el beneficio de los agricultores suele ser mucho menor que el de los proveedores. Esto es lo que Warc y De Heus intentan cambiar con nuestro modelo transparente de fijación de precios. Sin embargo, los precios del maíz se distribuyen por igual a lo largo de la cadena de suministro, ya que es una mercancía que se comercia en el mercado mundial. Por eso resulta tentador para los comerciantes comprar maíz localmente al precio más bajo, esperar a que suba el precio en el mercado mundial y vender a un precio más alto. Esta es la naturaleza del comercio, pero también impide que el sector local crezca. A largo plazo, nuestro proyecto pretende crear un mercado estable para los agricultores, donde puedan vender sus cosechas a un precio previsible, con ventas predecibles y con márgenes razonables. Si conseguimos esto en toda la cadena de suministro, crearemos ingresos sostenibles para todas las partes interesadas: los productores de maíz, los avicultores e incluso los consumidores que compran los huevos y el pollo. Por tanto, tenemos que dejar de lado los beneficios a corto plazo y centrarnos en nuestro objetivo a largo plazo de abastecernos localmente de la mitad de nuestras materias primas para 2025. Para ello, necesitamos socios de confianza que compartan los mismos objetivos".
C. Zaw: "Con las materias primas, uno se beneficia de la diferencia entre el precio de compra y el de venta, pero eso arruina la transparencia. Nuestro objetivo final es sacar de la pobreza a los ganaderos y agricultores de Ghana. Cualquier ganancia a corto plazo no beneficia a nadie. Por eso tenemos márgenes fijos, independientemente de las fluctuaciones de precios, para que el proceso sea totalmente transparente".
¿Cómo se medirá el éxito de este proyecto?
C. Zaw: "No existe ser pobre o menos pobre. Simplemente se es pobre. Así que no buscamos ganancias marginales. Los agricultores de Ghana ganan entre 200 y 300 dólares al año, así que queremos aumentar sus ingresos no sólo un 90%, sino 3, 5 o 10 veces".
B. Klaassen: "Queremos que Warc alcance estos objetivos. El éxito a corto plazo significa alcanzar y superar las 10.000 toneladas de maíz de origen local. El éxito en 2025 significa ser capaces de abastecernos localmente del 50% de nuestras materias primas, lo que equivale a 50.000 toneladas de maíz. Se trata de medidas directas de éxito que podemos calcular fácilmente. Una medida más abstracta consistiría en permitir que Warc alcance sus objetivos en su parte de la cadena de suministro. Además, tenemos que cumplir nuestro objetivo en la cadena de suministro y asumir la responsabilidad de comprometernos con el proyecto".
"No buscamos ganancias marginales. Los agricultores de Ghana ganan entre 200 y 300 dólares al año, así que queremos aumentar sus ingresos no sólo un 90%, sino 3, 5 o 10 veces".
Abordar las cuestiones de derechos humanos en las cadenas de suministro es una parte importante del abastecimiento responsable. ¿Qué importancia tienen las condiciones laborales en la relación con los agricultores locales?
C. Zaw: "Como no nos centramos en las ganancias a corto plazo, no existe la necesidad habitual de socavar las condiciones laborales. Queremos mejorar la forma en que los agricultores obtienen ingresos profesionalizando sus negocios e introduciendo tecnología. Queremos alejarlos gradualmente de la mano de obra ocasional, poco cualificada y jornalera, para acercarlos a la mano de obra cualificada con beneficios laborales".
B. Klaassen: "El reto es mejorar los ingresos y las condiciones laborales sin romper el mercado. Puede que queramos pagar más a los trabajadores, pero eso no va a mejorar las condiciones a largo plazo. Queremos centrarnos en desarrollar todo el mercado, lo que tendrá un mayor impacto. Es un auténtico ejercicio de equilibrio. Pagar más a un agricultor por su maíz no mejora necesariamente las condiciones de vida de más gente. Sí, el agricultor tiene más dinero, pero si no comparte una parte de ese dinero con sus jornaleros, el impacto es mínimo. La cuestión es cómo podemos animar a los productores locales de tal manera que resulte beneficioso mejorar sus condiciones laborales. Como dice Chris, el reto consiste en cambiar gradualmente toda la cadena de suministro de mano de obra poco cualificada a mano de obra cualificada con todas las prestaciones laborales necesarias. Esto llevará tiempo, dedicación e inversión en los lugares adecuados para elevar todo un sector a otro nivel. Warc y De Heus no pueden hacerlo solos, pero alguien tiene que dar el primer paso".
¿Qué factores contribuyen al éxito de esta colaboración?
B. Klaassen: "La gente de De Heus es proactiva. No hay muchas discusiones ni debates. Si se produce un cuello de botella, buscamos la solución y lo hacemos. Warc tiene la misma mentalidad ganadora. Por ejemplo, queríamos recibir el maíz en sacos de 50 kilos para facilitar el apilamiento y el transporte. Pero los agricultores no querían invertir en ellos. Así que compramos 200.000 sacos de marca y Warc los distribuye a los agricultores. Intentamos pensar con originalidad y hacer las cosas de forma diferente".
C. Zaw: "Tenemos que adoptar un enfoque diferente. Por ejemplo, los agricultores necesitaban abono, pero los precios estaban por las nubes. No somos distribuidores de fertilizantes, pero compramos 4.000 sacos de abono y los pusimos a disposición de los agricultores. Hemos intentado hacer lo que hacen otros, pero de una forma mejor, y ha funcionado. Así que desafiamos el statu quo y hacemos algo completamente distinto. Al principio nos encontramos con mucha inercia, pero cuando la rompemos, tenemos mucho éxito".
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