Lo que siempre hemos sabido hacer

La inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios. La ganadería lleva tiempo experimentando una evolución, que se ha acelerado en la última década. Se trata no solo de una evolución al alza de los censos, sino también de una serie de cambios coyunturales que han llevado a cambiar la perspectiva, no solo a los productores, sino a todos los integrantes de la cadena de valor ganadera. El consumidor final es cada vez más exigente y, a ello, debemos sumar la crisis económica actual y, por supuesto, el rechazo al consumo de ciertas carnes, no por una falta de calidad, sino más bien por la desinformación y los cambios de hábitos generacionales.