Rendimiento reproductivo de las vacas nodrizas – Necesidades nutricionales
En un sistema de producción de vacuno de aptitud cárnica, el objetivo principal es destetar un ternero/vaca/año. Para conseguirlo, teniendo en cuenta el período de gestación fija en 280 días, es necesario que esta vaca vuelva a preñar antes de los 85 días después del parto (280 + 85 x 365 días).
La fertilidad del rebaño es un factor primordial en la eficiencia productiva de las vacas nodrizas y depende de factores como la nutrición, la condición corporal, el manejo, la fertilidad individual, los sementales, etc. La nutrición de las vacas y las novillas influye directamente en la fertilidad del rebaño, y el nivel energético de la dieta es el principal factor nutricional que interfiere en el rendimiento reproductivo. Las necesidades energéticas de las vacas reproductoras se pueden dividir en orden prioritario para el mantenimiento, lactancia, aumento de peso y condición corporal, y por último reproducción. En otras palabras, si la vaca se mantiene a un nivel nutricional que sólo permite el mantenimiento, el reflejo primario será la inhibición de la actividad reproductiva. Además de la energía, otros nutrientes como proteínas, macro y micro minerales y vitaminas son importantes para el rendimiento reproductivo.
Las necesidades nutricionales de las vacas nodrizas se pueden dividir en cuatro períodos, según la fase productiva a lo largo del año: postparto, gestación y lactación, mitad de gestación y preparto. Por lo tanto, las necesidades nutricionales varían según cada período, y el programa nutricional debe seguir estas variaciones para satisfacer las necesidades de las vacas y novillas cuando sea necesario.
El período de mitad de gestación, que ocurre desde el otoño hasta el invierno, comienza cuando se produce el destete del ternero, y presenta menores requerimientos nutricionales. Es el período en el que las vacas deben recuperar peso, para parir con una condición corporal moderada/buena.
El período preparto, que abarca parte del último trimestre de gestación, es el período donde se produce el mayor crecimiento fetal. Las vacas y las novillas con poca condición corporal al parto tardan más en ciclar, y un alto porcentaje preñará demasiado tarde, o incluso no preñarán. Además, las vacas con baja condición corporal en el momento del parto paren terneros más débiles, producen menos leche y destetan terneros de menor peso.
El período posparto es el más crítico, ya que las necesidades nutricionales (energía, proteínas, minerales y vitaminas) de las vacas y las novillas son mayores durante el inicio de la lactancia. Incluso en condiciones ideales, perderán condición corporal en este período, pero si están buenas condiciones corporales, estas pérdidas no tendrán un gran efecto en la reproducción.
Tabla 1 – Relación entre la condición corporal y el porcentaje de vacas ciclando 60 días posparto.
Tabla 2 – Relación entre la condición corporal (escala 1 a 5) en el momento del celo con el rendimiento reproductivo.
Fuente: Kilkenny (1978)
Tabla 3 – Relación entre la condición corporal (escala 1 a 5) en el diagnóstico de gestación y tasa de preñez.
Fuente: Adaptado Corah (1991)
Según las tablas 1, 2 y 3, se puede concluir que las vacas necesitan una condición corporal mínima para expresar su potencial reproductivo. Las vacas con baja condición corporal necesitan un nivel nutricional adecuado después del parto, más alto que las vacas llegan en buenas condiciones corporales, ya que necesitan dar leche, recuperar el peso y la condición corporal perdida, para salir de nuevo a celo y preñar.
En un rebaño con bajo índice reproductivo, el objetivo es aumentar el número de terneros destetados por vaca. Al intensificar el sistema de producción y mejorar el porcentaje de tasa de destete se aumenta el peso al destete. Independientemente del sexo, los terneros destetados con buen peso tendrán mayor ganancia de peso durante el cebo, y en el caso que sean animales de reposición llegarán con mejor peso al primer servicio reproductivo.
Por otro lado, la producción de leche es un factor importante en el ganado bovino de aptitud cárnica. La mayor parte de los nutrientes ingeridos por los terneros en sus primeros meses de vida son suministrados por la leche maternal. El pico de producción se produce en los primeros 30-60 días de lactación, manteniéndose una producción estable hasta los 90 días, cuando baja rápidamente. Aproximadamente el 60% de la variación del peso del destete depende directamente de la producción de leche de las madres. Y la producción de leche de las vacas nodrizas depende de la cantidad y calidad del alimento que se le suministre.
En resumen, invirtiendo en una alimentación adecuada que cubra las necesidades nutritivas de las vacas nodrizas se mejora la rentabilidad del sistema de producción gracias a la mejora en la fertilidad del rebaño, lo que supone un aumento en el número de terneros destetados al año.