RobotExpert máxima eficiencia en Ordeños Robotizados

05 agosto 2019
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2 minutos

Con el fin de lograr este objetivo, son necesarios algunos factores de éxito como son un buen diseño de establo, una ración adecuada y bien equilibrada y una buena configuración de los ajustes del robot.

El % de ocupación del robot (densidad de animales), el nivel de producción, el estado de lactación, el confort de los animales, la palatabilidad del pienso en el robot, la configuración del robot y el diseño de la ración PMR son los factores que más influyen en la frecuencia de ordeño.

La cantidad de leche ordeñada por Robot depende de la Frecuencia de Ordeño (Número de ordeños) y la Cantidad de leche por ordeño.

Las interacciones entre la actividad, el comportamiento de los animales, la alimentación, la ingesta, la salud y la producción de leche son complejas y se vuelven aún más complejas en el ordeño voluntario. 

Normalmente en situaciones de campo uno de los factores presentes en la gráfica 1 será limitante. La tarea de los técnicos de De Heus es averiguar qué aspecto está limitando la maximización del rendimiento del robot y definir una estrategia correctiva.

Para explicar esto, asumimos una granja de 63 vacas en ordeño y 2.8 ordeños por vaca y día. Esto supone unos 176 ordeños por día. Si la producción es de 12 litros por ordeño, conseguiríamos un total de 2112 litros de leche por día. Sin embargo, si la productividad por ordeño aumenta hasta 14 litros, la producción diaria será de 2470 L por día, una producción promedio de 40 litros. El aumento de la producción de leche de 33 a 40 litros de leche por vaca y día es un paso muy grande y claramente posible, a través de la optimización de la capacidad de un robot.
Por el contrario, si en esta granja se producen 10 litros de leche por ordeño, esto significaría 3,3 ordeños por vaca y día, para alcanzar los 2112 Litros, es probable que este dato no sea del todo realista, para esta producción, 2,7 ordeños sería un número más lógico, la producción será entonces de 12,3 litros de leche por ordeño.
Cuando se planten objetivos de producción de este tipo, uno de los puntos a considerar es el tiempo necesario para ordeñar las vacas, los nuevos modelos de robot buscan incrementar la eficiencia del tiempo de la vaca en el robot para poder ordeñar más animales por unidad. El tiempo del animal en el robot es el resultado de la suma de:

Tiempo de preparación y estimulación de ubre + tiempo de ordeño + tiempo post-ordeño

Normalmente el tiempo del animal en el robot ronda los 7 minutos, como comentábamos la tecnología de los robots permite reducir los tiempos pre y post ordeño, pero el tiempo de ordeño expresado en Kg leche /minuto es un factor directamente relacionado con la genética del animal, vacas con mayor velocidad de ordeño, son capaces de producir mayor cantidad de leche en menos tiempo, y esto afecta de manera considerable la capacidad del robot. Un objetivo en ese sentido sería conseguir más de 2 kilos de leche por minuto de tiempo en robot, es posible que existan animales que superen los 7 minutos de tiempo en robot y sin embargo son muy eficientes porque los kilos de leche por minuto en el robot son altos y sus producciones medias muy elevadas. En situaciones donde se busca el máximo rendimiento del robot, priorizando la máxima ocupación y producción individual, las vacas con flujos de leche bajo serán sin dudas un serio impedimento y la selección genética de la granja debe apuntar en esa dirección. Actualmente es perfectamente posible utilizar toros mejorantes en velocidad de ordeño con valores por encima de 100 en los catálogos de sementales.

La velocidad de ordeño esta también relacionada con los restos de concentrado sin consumir, es necesario realizar los ajustes correctos de la velocidad de suministro y la cantidad de concentrado por visita. En algunas marcas de robot es posible configurar individualmente y fijar la alimentación en el robot como prioritaria, en caso de tener tiempo libre en el robot. Sería deseable que no demasiados animales superaran el kilo de restos.

El objetivo de los programas de alimentación en sistemas PMR es diseñar raciones de mínimo costo que cubran los requerimientos nutricionales de cada animal optimizando la producción de leche y la salud de los animales.

En los sistemas TMR (Total Mix Ration) tradicionales, las raciones cubren los requerimientos nutricionales de los animales en función del tipo de animal promedio para el que se diseñe la ración, sin embargo, esta ración puede no ser adecuada para otros animales dentro del grupo, fundamentalmente debido al momento de lactación, nivel de producción etc. Esta es otra clara ventaja de la alimentación en sistemas robotizados PMR (Partial Mix Ration) en donde una parte de alimento se suministra en la ración base y la otra a través de las escalas de suministro del pienso en el robot, permitiendo así acercarnos más a los requerimientos nutricionales de cada animal.

Para estimular una alta producción de leche es necesaria una ración de alta calidad que incentive el número de vistas al robot.
Raciones PMR con una alta densidad de energía en la ración base se correlacionan con una mayor cantidad de vacas menos activas y como consecuencia menor número de visitas al robot.
Cambios bruscos en la humedad en la dieta base y el largo de picado afectarán negativamente el número de visitas.


A menudo muchas de las vacas menos activas son vacas avanzadas en la lactación que cubren sus requerimientos con la ración base y tienen menos interés por asistir al robot a consumir concentrado.

Si diseñamos una ración base para 27 litros de leche, para conseguir cubrir la brecha con respecto a la producción de leche objetivo, será necesario diseñar una tabla de suplementación de pienso en el robot. 

El correcto equilibrio entre la ración base y la suplementación en el robot determinarán, el número de visitas al robot y la productividad de los animales.

Si la cantidad promedio de ordeños del rebaño es de 2,8 por vaca y día, una vaca fresca está siendo ordeñada 3.3 veces por día de promedio, si el máximo consumo de pienso por visita es de 3 kg, este animal podrá consumir 9.9 Kg. Con una ración base de 27 litros por vaca y día, la suma de la ración base más el concentrado ingerido en el robot será suficiente para que las vacas alcancen rápidamente altas producciones, maximizando así los picos de producción. De ahí la importancia del número de visitas al robot en los primeros 100 DEL. 

¿Cuáles son los factores a controlar durante este período clave?

  • Correcta transición del período pre al postparto.
  • Producción al pico de leche para multíparas y primíparas
  • Días en lactación se alcanza el pico de leche en ambos grupos
  • Configuración de la tabla de suplementación de concentrado para cada grupo
  • Número de ordeños por grupo y días en lactación.
  • Condición corporal de los animales en este período.

Otro de los factores importantes es la palatabilidad del pienso que suministramos en el robot. La investigación demuestra que, sin el incentivo del suministro de concentrado en el robot, la frecuencia de ordeño es baja y variable.  

Las vacas entran al robot para consumir pienso y no para ordeñarse. 

El objetivo es incentivar a los animales a asistir voluntariamente al robot para así disminuir la necesidad de empujar vacas e incrementar la producción de leche. 

En este sentido, a la hora de diseñar un concentrado para robots es muy importante la selección de los ingredientes a utilizar. 

Dentro del grupo de más palatabilidad se encuentran los cereales especialmente: Trigo, Cebada, Melazas, DDG’s y Pulpa de remolacha. Con palatabilidad intermedia encontramos:  Soja y Maíz, y con menor palatabilidad:  Colza, Grasas Bypass, Minerales y Buffers. 

La presentación debe ser en pellet de alta durabilidad, se han hecho trabajos con productos en harina o multipartículas donde se demostró que la asistencia al robot disminuía significativamente.

La durabilidad del pienso del robot es muy importante, la presencia de finos genera acumulación de polvo en el fondo de los comederos y, por ello, rechazos al consumo y una significativa menor asistencia al robot.

En las gráficas anteriores podemos observar la relación directa entre el número de ordeños, la asignación de pienso y la producción de leche. La suplementación de pienso en el robot se realiza inicialmente en función de los DEL hasta un día prefijado, cercano al pico de producción. A partir de aquí, se comienza a suplementar según el nivel de producción. Es un punto de especial atención porque no todas las vacas llegan al pico en el mismo momento y con la cantidad de leche esperada por lo que hay que prestar especial atención al diseño de la tabla para evitar desfases en la suplementación que provoquen caídas en la producción, menor persistencia de la curva de producción o perdidas en la condición corporal.

En los gráficos anteriores, se puede observar una tendencia que ocurre con frecuencia en la práctica. La producción pico de leche se alcanza en multíparas a los 50 días en leche y a los 70 en novillas, después de esta fecha los permisos de acceso al robot cambian y las vacas necesitan encontrar un nuevo ritmo en las visitas al robot. Esto provoca que en algunos casos donde el diseño de la gráfica no es correcto, las vacas ingieran menos pienso, y produzcan menos leche.

En este círculo vicioso, la leche continuará disminuyendo, lo que provocará una menor asistencia al robot, una reducción en la ingesta de pienso y por lo tanto la persistencia de la curva de producción será menor. El orden indicado en la imagen superior funcionará de forma incorrecta.

El incremento continuo de granjas con ordeño robotizado implica trabajar con sistemas de alimentación más complejos, pero nutricionalmente más eficientes. El cambio de un sistema de ordeño en sala no solo implica un cambio en la manera en la que los animales se ordeñan sino también en la forma en que se alimentan y se comportan.

Cuando existen problemas en granjas con robot a menudo solemos relacionarlo directamente con la nutrición, pero quizá sea el resultado de diversos factores que merecen un análisis más profundo. En muchos casos el análisis demuestra que algunos ajustes del robot fueron fijados tiempo atrás para situaciones distintas de la granja y deberían ser revisados, con lo cual primero deberíamos realizar un análisis global y luego pensar en la ración más adecuada.
El diseño de raciones en estos sistemas requiere de un análisis muy pormenorizado de los datos productivos y del comportamiento de las vacas. Es fácil sentarse frente al ordenador del robot y perderse en la enorme cantidad de datos que diariamente se generan en este sistema. En este momento debemos preguntarnos.

¿Cuáles son los objetivos de esta granja? ¿Cómo podemos medirlos?

Robot Expert es una herramienta de De Heus que permite a nuestros técnicos realizar un análisis en profundidad de los datos productivos de las granjas relacionados con los aspectos mas importantes de la producción de leche.