Plan de Recría 360

Lo primero que debemos hacer es fijarnos unos objetivos técnicos y económicos en el rebaño. El tamaño de la recría debe establecerse teniendo en cuenta la tasa de eliminación y el crecimiento planificado de este debido a que los costes de la alimentación de la reposición pueden suponer hasta un 15% de los costes de alimentación. La edad más indicada para el primer parto por motivos productivos, reproductivos y económicos es acercarse a los 390 días. Durante estos 13 meses debemos conocer las particularidades y puntos críticos de las fases de la cordera para poder obtener el desarrollo óptimo. Diferenciamos la fase de lactancia, la cría y recría y la gestación-preparto.

Sí, en De Heus recomendamos el uso de prestarters desde el inicio para una recría saludable. Nuestro Plan 360 de Recría contempla varias presentaciones como muesli granulado o harinas gruesas con una cuidada selección de materias primas. La composición de ingredientes es muy importante en este tipo de productos, así como los valores nutricionales y aditivos naturales, ya que nos ayudarán a reducir sensiblemente la incidencia de enfermedades. Nuestro equipo de especialistas te asesorará para elegir el pienso prestarter que mejor se adapte a las necesidades de tu explotación.

Sí, es fundamental. El calostro debe asegurar la trasferencia pasiva de inmunoglobulinas que serán las encargadas de proteger a las crías en las primeras semanas de vida hasta que su desarrollo les permita construir su propia inmunidad. Por este motivo es clave conocer el contenido de IG del calostro. Nuestro equipo especializado realizará las mediciones necesarias para asegurar un inicio saludable de la recría.

En De Heus podemos diseñar una solución personalizada para las necesidades de tu explotación. Contamos con un laboratorio propio para analizar los forrajes y en base a la información obtenida nuestro servicio técnico diseñará una ración adaptada que garantice una recría de futuro.

El objetivo del Plan de Recría 360 no es conseguir peso, sino un buen desarrollo. El desarrollo óptimo en altura y capacidad garantizará animales sanos y muy productivos. Los desequilibrios nutricionales, en términos de Energía/Proteína, suelen ser los causantes de los engrasamientos. El equipo técnico de De Heus diseñará una ración que se adapte a las necesidades de tus corderas y cabritas y que garantice una recría de futuro, alcanzando el máximo desarrollo sin engrasamientos.

Es importante que las corderas y las cabritas nazcan sanas, con vitalidad y con un peso elevado puesto que está directamente relacionado el peso al nacimiento con la viabilidad de las mismas.
Durante los últimos 45 días de gestación tiene lugar el mayor crecimiento y desarrollo de los fetos y la síntesis del calostro que va a ser el mecanismo de defensa y el principal suministro energético para los primeros días de vida. Por tanto, es clave la alimentación y estado de las madres para garantizar la viabilidad de los corderos y de las cabritas.
Después de atenderlos al nacimiento, debemos asegurarnos un aporte suficiente de calostro, 3 tomas con sonda o biberón de 180-250 mililitros durante las primeras 12 horas de vida. La lactancia puede realizarse de manera natural con las madres o con nodriza. La lactancia artificial presenta múltiples ventajas, siendo la principal la sanitaria para reducir la transmisión de enfermedades.
Para garantizar el éxito de la lactancia artificial, además de disponer de las instalaciones y manejo adecuados, debemos elegir un lacto remplazante de la máxima calidad fabricado con ingredientes digestibles para evitar problemas digestivos y conseguir los mejores rendimientos zootécnicos. Los índices de conversión durante la fase de lactancia deben ser cercanos a 1, esto significa que por cada kg de leche en polvo consumido el cordero o la cabrita ganará un kg de peso vivo.
Se recomienda administrar agua y pienso prestarter a libre disposición para que empiecen a consumir alimento sólido lo antes posible. Consumos superiores a 250 gramos de pienso por animal y día nos va a garantizar el desarrollo del aparato digestivo para que la cordera o cabrita pueda afrontar el destete con garantías.

El momento del destete es un momento crítico puesto que el aparato digestivo debe adaptarse de digerir leche a digerir concentrados y forraje. El consumo de alimento sólido es el principal estímulo para el desarrollo del rumen. El alimento sólido favorece el desarrollo del rumen mediante el estímulo físico de las papilas ruminales y el efecto de los ácidos grasos volátiles que resultan de la fermentación del pienso consumido.
Es importante administrar forraje de calidad, digestible y que lo tengan a libre disposición. Los piensos durante esta fase deben incluir proteína de origen lácteo y cereales tratados para facilitar la asimilación de nutrientes, mejorar la palatablidad y la digestibilidad de los alimentos.
Entre las 5 y las 22 semanas de vida de la cordera o cabrita se produce un crecimiento alométrico en la glándula mamaria, el desarrollo de la glándula es superior al desarrollo corporal de las corderas. Durante esta fase se produce un engrosamiento, alargamiento y ramificación de los conductos de la glándula mamaria.
Los niveles de energía y proteína del pienso van a condicionar los ritmos de crecimiento, el desarrollo de la glándula mamaria y del tejido extra-parenquimatoso. El objetivo para la recría es un ritmo de crecimiento elevado para adelantar la pubertad, con niveles de proteína que permitan el desarrollo del parénquima mamario y niveles controlados de energía para evitar un engrasamiento excesivo del parénquima mamario, ya que esto podría reducir la capacidad de producción de leche en la fase adulta.

Para alcanzar el objetivo de llevar a las corderas o cabritas al primer parto con edades próximas a los 13 meses de edad debemos comenzar la fase cubrición a partir los 8 meses. En ese momento el animal debe haber alcanzado el 65% de su peso vivo adulto y contar con un estado corporal adecuado.
Durante el periodo de gestación, las corderas o cabritas van a continuar creciendo y desarrollándose, por lo que es necesario vigilar el plano de alimentación y mantener una correcta condición corporal. Es importante no descuidar esta fase que puede dar al traste con el trabajo realizado durante los últimos meses. Ovejas y chivas con escasa condición corporal no van a poder movilizar las reservas para mantener el pico de producción durante la fase de lactación y por el contrario ovejas con una condición corporal elevada o engrasadas van a movilizar grasa en el preparto, van a deprimir el consumo de materia seca y puede aumentar el riesgo de padecer toxemia de gestación, especialmente en gestaciones múltiples.
Un buen manejo de la alimentación con un pienso de gestación que incluya precursores glucogénicos y protectores hepáticos es la manera de prevenir la toxemia de gestación y evitar las graves consecuencias económicas que produce en el rebaño. Además de la mortalidad y la reducción de la viabilidad de los corderos o cabritas, la toxemia va a afectar la salud hepática y puede reducir la longevidad de los animales y la producción lechera.